Calentamiento global
Cada uno de nosotros disfruta de todos los recursos que nuestro planeta nos da. Qué delicia una ducha calientita, los sabores tan maravillosos de las frutas y otras delicias gastronómicas, el sol, la lluvia, hermosos paisajes a nuestro alrededor, gente bella, en fin cada día recibimos regalos sencillos pero hermosos en el canto de las aves, el aire fresco, las sonrisas de la gente y millones de detalles más. Estamos acostumbrados a recibir tantas cosas que algunas veces no las disfrutamos y otras más causamos conciente o inconcientemente más daño que beneficio a todo lo que nos rodea. Nunca es tarde para detenernos y pensar antes de actuar, qué tal si por ejemplo empezamos por reducir el tiempo que pasamos en esa deliciosa ducha, así contaminamos menos agua y gastamos menos energía. Sembremos más árboles de cualquier especie propia de la zona donde vivimos, tendremos más sombra, frutas, nidos para las aves que nos dan sus conciertos y fuerza en el suelo bajo sus raíces y alrededor. Rev